Cuando Putin recupere el control de Ucrania y pueda destinar recursos militares a otros escenarios, saldará cuentas con los rebeldes sirios. Todo requiere su tiempo. Rusia necesita mantener en funcionamiento su industria armamentística, ya que actualmente es la única que opera con cierta eficacia. Esto implica consumir esos productos, dado que, por su baja calidad, nadie más los quiere.