Creer que una red social privada y centralizada con código cerrado es "inmune a la censura" es como pensar que un castillo fortificado está a salvo mientras ignores quién controla las llaves. La centralización siempre concede poder absoluto a quien está al mando, y donde hay control, siempre habrá margen para la censura. La transparencia y la descentralización son las únicas garantías reales contra este riesgo.