El gobierno español ha atribuido el apagón de hoy en España y Portugal a una supuesta "anomalía técnica inesperada" y condiciones meteorológicas adversas. Sin embargo, la falta de explicaciones detalladas y la rapidez con la que se ha descartado cualquier otra causa más grave, como un ciberataque o una negligencia en el mantenimiento de las infraestructuras, genera desconfianza. Una vez más, se recurre a fórmulas vagas para calmar la opinión pública, sin asumir responsabilidades claras ni ofrecer un plan concreto para evitar que algo así vuelva a ocurrir.